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Lleva su DS4 con Puretech a que se lo arreglen con la garantía ampliada y la marca le dice que "no existe"

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El propietario de un DS4 Puretech 130, adquirido en diciembre de 2016, ha relatado su angustiante experiencia con el vehículo desde que se presentó una avería grave en el motor el 24 de abril. El automóvil fue llevado al concesionario oficial en Pamplona, donde comenzó una serie de complicaciones que han resultado en una batalla continua con la marca DS.

Inicialmente, las impresiones del taller no fueron alentadoras. Los técnicos sugirieron la posibilidad de reemplazar el coche, lo que llevó al propietario a investigar el problema. Descubrió que la causa probable era la degradación prematura de la correa húmeda, un problema conocido que provoca la obstrucción del sistema de aceite y la consecuente rotura del motor.

Ante la incertidumbre del taller para proporcionar un diagnóstico claro, el propietario autorizó el desmontaje del motor para identificar la avería. Al mismo tiempo, inició una reclamación a DS a través del departamento de atención al cliente. Sin embargo, el taller oficial comunicó dudas sobre la causa de la avería, lo que llevó al propietario a contratar un perito externo. Este perito confirmó que la degradación prematura de la correa era efectivamente la causa del problema. La correa, al degradarse, obstruye la chupona de aceite, lo que termina rompiendo el motor.

Es importante destacar que todos los mantenimientos del vehículo se realizaron en talleres del servicio oficial. El último mantenimiento se había llevado a cabo el 7 de diciembre de 2023 con 97,108 km, y la avería ocurrió el 24 de abril de 2024 con 98,225 km. Esta situación plantea la pregunta de por qué no se revisa el estado de la correa en los mantenimientos, dado que se trata de un problema conocido por la marca.

El propietario presentó las conclusiones del perito a DS y solicitó que confirmaran el diagnóstico con el taller, buscando que la marca se hiciera cargo de los costos a través de la extensión de garantía. A pesar de cumplir con todas las condiciones exigidas, incluyendo el mantenimiento en talleres oficiales, la respuesta del taller fue que la centralita del vehículo no registraba ningún fallo en la presión de aceite. Esta contradicción surgió porque el propietario había observado avisos de fallo en la presión de aceite en varias ocasiones anteriores, cuando desconocía el problema.

DS inicialmente negó la extensión de garantía publicada en los medios, pero indicó que estudiarían una posible aportación. Finalmente, el 12 de junio, el propietario recibió un presupuesto del taller estimado en 8,500 euros para la sustitución del motor. Posteriormente, el 17 de junio, se le ofreció un presupuesto final de 5,750 euros, con una contribución del 32% por parte de la marca.

Frustrado por la falta de resolución adecuada, el propietario decidió contactar con Afestel para dejar el caso en manos de su equipo de abogados. Esta situación pone de relieve la importancia de una adecuada atención al cliente y la necesidad de que las marcas automotrices sean transparentes y responsables en la gestión de problemas mecánicos conocidos.