Lo que comenzó como la compra de un coche de ocasión a través de Das Weltauto en el concesionario Seat Autos Juanjo en Parla, Madrid, pronto se convirtió en una pesadilla mecánica para un desafortunado comprador. El Seat León FR PHEV que adquirió en febrero de 2024 ya mostraba alertas en los sensores de proximidad durante la prueba de manejo. Sin embargo, confiando en la promesa de que todo se solucionaría con una actualización de software, el cliente formalizó la compra. La sorpresa fue que, incluso tras la entrega y la actualización, los fallos seguían apareciendo. Y lo peor aún estaba por venir.
Tras unas semanas de uso, los problemas comenzaron a multiplicarse. Durante un viaje, los sensores volvieron a fallar, pero esta vez desencadenando un cascada de errores que desactivaron sistemas cruciales como el ESP y el ABS, dejándolo en una situación de peligro. Como si no fuera suficiente, una noche al llegar al garaje, el coche simplemente se apagó por completo. El vehículo no abría, no cerraba y no arrancaba, quedando literalmente muerto. Aunque la garantía cubría estas averías, el concesionario decidió lavarse las manos, dejando al cliente solo para lidiar con la situación, tal y como ha comentado a CHASIS CERO. ¿Y si no hubiera tenido asistencia en carretera? Quizás el coche seguiría allí, inmovilizado y abandonado.
Finalmente, el coche fue trasladado al servicio oficial de Seat en Alcalá de Henares, donde se descubrió que uno de los problemas era un conector mal puesto de una intervención anterior. Parecía que por fin las cosas se resolverían, pero no. Los fallos continuaron: un ruido molesto como de "tuba" en la parte trasera, problemas con el sistema de infoentretenimiento, pérdida de refrigerante y el aviso de una nueva avería en el sistema antipolución.
Al contactar de nuevo con el concesionario para solicitar una solución y un coche de sustitución, se encontró con la misma indiferencia: promesas de llamadas que nunca llegaban y una sensación de abandono total. Lo peor, justo antes de las vacaciones, el coche seguía presentando fallos graves, incluido un aire acondicionado roto en pleno verano.
Tras múltiples intentos, el cliente se dirigió a Seat España el 29 de julio de 2024, quienes reconocieron los problemas y prometieron hablar con el concesionario para encontrar una solución. Sin embargo, una semana después, aún no había recibido ninguna respuesta. Mientras tanto, la frustración sigue creciendo, y el coche parece más tiempo en el taller que en la carretera.
Esta historia pone de relieve lo frustrante que puede ser comprar un coche bajo garantía, cuando la atención postventa deja mucho que desear y las soluciones no llegan.
