Unas 50 personas se reunieron el pasado sábado frente a una de las fábricas del Grupo Stellantis en Vigo para protestar contra los problemas que han presentado los motores Puretech, que se encuentran en modelos de marcas como Peugeot, Opel y Citroën. La manifestación, que comenzó a las 10:30 y se extendió hasta las 13:00, contó con un despliegue policial significativo y una serie de paradas estratégicas para visibilizar el descontento de los afectados. Sin embargo, nadie de la fábrica salió a preguntar por ellos. Solo la gente de alrededor y de pueblos cercanos les aplaudían.
Despliegue policial y reivindicaciones
A pesar de que las condiciones climáticas no fueron favorables, con un clima que no acompañaba a los manifestantes, el evento transcurrió sin incidentes mayores. La protesta fue organizada para hacer visible el descontento por los problemas que, según los afectados, presentan los motores Puretech montados en varios modelos de vehículos de las marcas pertenecientes a Stellantis.
La presencia policial fue notable, con un importante despliegue de agentes para garantizar la seguridad y el orden durante la concentración. A lo largo de la protesta, se hicieron dos paradas para visibilizar aún más las reivindicaciones, aunque no hubo respuesta alguna por parte de los trabajadores o responsables de la fábrica, ya que nadie salió del recinto para dirigirse a los manifestantes.
Motivaciones de la protesta
Los organizadores de la manifestación señalan que la problemática radica en los defectos y fallos que han presentado los motores Puretech, los cuales han generado un gran número de quejas por parte de los consumidores. La intención de la protesta era, además de manifestar el malestar generalizado, hacer un llamado de atención a la empresa para que ofrezca una solución a estos problemas y mejorar la calidad de los vehículos afectados.
La manifestación en Vigo forma parte de una serie de acciones y reclamaciones que los usuarios afectados están organizando para presionar al Grupo Stellantis, con la esperanza de obtener una respuesta que solvente los problemas de fiabilidad y funcionamiento de los motores Puretech.
Sin respuestas por parte de Stellantis
Aunque la protesta se desarrolló de manera pacífica y respetuosa, una de las críticas que más se destacó durante la jornada fue la falta de respuesta por parte de la empresa. A lo largo de la concentración, no hubo ninguna comunicación por parte de Stellantis, ni se produjo una salida de representantes de la fábrica para dialogar con los manifestantes. Esta actitud de silencio ha sido vista como una falta de interés en los problemas expuestos por los clientes y trabajadores afectados.
