Los problemas de Jaguar Land Rover persiguen a la marca pese a que han iniciado un auténtico proceso de renovación que espera dejar atrás esa mala fama que todavía cuesta miles de euros a quienes confiaron en este fabricante. Es la marca más cara de mantener y una de las que más averías presenta en los últimos años. Por eso, casos como el de este propietario de un Range Rover Evoque se repiten de forma constante y permanente.
En una historia que refleja las frustraciones y desafíos enfrentados por muchos propietarios de vehículos, un caso reciente ha destacado las preocupaciones en torno a la calidad y fiabilidad de los Range Rover Evoque. El protagonista de esta historia posee un Range Rover Evoque 2.0 de 150CV del año 2017, equipado con el famoso (para mal, muy mal) motor 'Ingenium' y con 105,000 kilómetros recorridos.
El vehículo se encuentra actualmente en el taller, con el motor desmontado para llevar a cabo el cambio de cadena. Este inconveniente surge a raíz de un problema inicial con el DPF (Filtro de Partículas Diésel), lo que requirió la sustitución tanto del DPF como del filtro de la EGR (Recirculación de Gases de Escape). Sin embargo, al desmontar el motor, se reveló un nuevo problema: el volante de inercia del embrague estaba gravemente dañado, lo que sugirió la necesidad de su reemplazo.
El propietario se vio entonces frente a una serie de reparaciones costosas, que suman aproximadamente 9000€, casi nada. Ante esta situación, recurrió al servicio de Atención al Cliente de Land Rover en dos ocasiones anteriores para expresar su preocupación y solicitar asistencia. Sin embargo, la respuesta recibida fue desalentadora: la garantía había finalizado, por lo que no se harían cargo de los costos de las reparaciones. Una realidad que golpea de forma contundente y violenta a todo el que se ha comprado un Land Rover con el motor Ingenium.
Ahora, el propietario está nuevamente en espera para determinar cómo se resolverá este nuevo problema con el embrague. Mientras tanto, se encuentra recopilando toda la información relacionada con los mantenimientos realizados fuera de la marca. Estos mantenimientos se llevan a cabo anualmente, siguiendo estrictamente las especificaciones del fabricante, lo que incluso supera la frecuencia de los mantenimientos realizados por la marca, que son dos al año.
Este caso ilustra los desafíos a los que se enfrentan los propietarios de vehículos cuando surgen problemas mecánicos, especialmente después de que la garantía ha expirado. Además, plantea preguntas sobre la fiabilidad y calidad de los vehículos de una marca reconocida como Land Rover, lo que genera preocupaciones entre otros propietarios de Range Rover Evoque y propietarios de vehículos de la misma marca.
