Marcas

Paga una fortuna por un Ferrari y un Maserati y no los conduce nunca

Ahora los ha puesto a la venta
Ferrari y Maseratti
Ferrari y Maseratti

Las marcas de coches han dejado un legado, creando modelos que varían en exclusividad, potencia y prestigio. Dentro de esta élite se sitúan los más avanzados tecnológicamente, los más potentes y, habitualmente, los producidos en ediciones más limitadas. Estos modelos exclusivos suelen ser el deleite de los coleccionistas adinerados con pasión por los automóviles.

Recientemente, un coleccionista anónimo -se cree que es ciudadano británico- ha decidido vender dos de sus tesoros automovilísticos: un Ferrari Enzo y un Maserati MC12. Su particularidad radica en que este coleccionista adquirió estas joyas del motor para su colección personal y nunca los condujo; únicamente los sacados del concesionario para estacionarlos en su garaje.

El Ferrari Enzo, presentado en 2002 (este ejemplar es del 2004), destaca con un motor V12 de 6.0 litros capaz de generar 660 CV, alcanzando una velocidad de 355 km/h y logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. . Este modelo, producido en una serie limitada de 400 unidades, ha sido propiedad de figuras reconocidas como Fernando Alonso y el Papa Juan Pablo II.

Por otro lado, el Maserati MC12, lanzado en 2005, es aún más exclusivo, con solo 60 unidades producidas, de las cuales 10 fueron destinadas a competición. Basado en el Ferrari Enzo, su carrocería de fibra de carbono es más larga, ancha e incluye un techo desmontable, brindando una experiencia de conducción extrema. Este modelo, con un V12 de 660 CV, alcanza los 330 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos.

Ambos vehículos, con historias fascinantes, apenas han rodado; el Ferrari Enzo cuenta con tan solo 236 km en su marcador, mientras que el Maserati MC12 registra 333 km, siendo la distancia recorrida desde su adquisición. Estos automóviles únicos e intocados están siendo ofertados por Romans International, un concesionario especializado en automóviles de lujo, en Surrey, Inglaterra.

Si bien los precios no han sido revelados, se espera que superen las tasas de otros vehículos de lujo disponibles en el mercado. Esta decisión de venta probablemente asegurará una rentabilidad significativa para el dueño original, quien apostó por la inversión automovilística hace dos décadas.

La venta de estos modelos de colección genera un gran interés en el mundo de los coches exclusivos, reforzando la idea de que la pasión por estos automóviles excepcionales también es una inversión prometedora y rentable a largo plazo.