Cuatro puntos y 100 euros: así funcionan los semáforos "recaudatorios" de Madrid

"Por tu seguridad" parece seguir siendo la "excusa" de las principales administraciones públicas para sancionar a los conductores, especialmente, en las grandes ciudades.

 

semaforo madrid
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Madrid, al igual que otras muchas grandes ciudades en España, se ha convertido en un auténtico infierno para todos los conductores, y especialmente, para los  amantes del motor. Y es que cada vez parece ser más difícil poder acceder a la ciudad con un vehículo particular, siendo muchas las "trampas" que un conductor se puede encontrar en su paso por el corazón de la capital.

Así pues, no sólo es Madrid Central, o Madrid 360, la única gran dificultad que ahora encuentran los madrileños a la hora de circular por la ciudad. Y es que, a la hora de estacionar, la "dictadura" de los residentes parece haber conquistado las calles de la ciudad, tal y como demuestra la zona de estacionamiento regulado (zona SER) de la ciudad. Y es que un simple vistazo basta para comprobar que cada vez son menos las "zonas azules" que te permiten estacionar hasta cuatro horas, si no eres residente, convirtiéndose casi todas ellas en zonas verdes, de dos horas de aparcamiento, y con preferencia para los residentes.

Una situación, prácticamente insostenible, a la que también se unen otras medidas adoptadas por las principales administraciones públicas de la ciudad. Eso sí, "por tu seguridad", pero no por la de tu bolsillo. Ni por la seguridad real de tu vehículo, ni de la salud de los pasajeros del mismo.

Una multa de 100 euros por obedecer las normas de tráfico

A pocos habitantes de la ciudad de Madrid les habrá pasado desapercibido que en el Paseo de la Castellana, una de las calles más simbólicas de la ciudad, algunos de sus semáforos a cuentan con unas cámaras de vigilancia. Cámaras que no están diseñadas para controlar el tráfico de la gran avenida, sino para sancionar a aquellos conductores que estén circulando por el cruce con el semáforo en ámbar.

Polémicas cámaras que, sin embargo, parecen proliferar dentro de las calles madrileñas, y en concreto en sus cruces, tal y como ha podido saber este diario, y las cuales no parecen tener miramientos a la hora de multar a los más incautos, con 100 euros de multa, y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir.

"Una luz amarilla significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja [...] a no ser que cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del lugar de detención que no pueda detenerse antes del mismo en condiciones de seguridad suficientes". Así destaca manual de cualquier autoescuela, a la hora de proceder a conseguir el carnet de conducir, cómo se debe actuar ante un semáforo en ámbar.

Una realidad que, sin embargo, parece haber sido olvidada por las cámaras colocadas en los semáforos madrileños, los cuales no dudan en mostrar su afán recaudatorio, sancionando a todo aquel incauto que decida conducir en condiciones de seguridad, evitando dar frenazos en plena calle madrileña debido al semáforo en amarillo. 

Pérdida de cuatro puntos de carnet, y una multa administrativa de cien euros. Esta es la sanción que le espera a cualquier conductor en Madrid que decida evitar frenazos a la hora de pasar por un semáforo (que siempre alegará que estaba en rojo). Una multa, para muchos excesiva, que parece sembrar la polémica nuevamente sobre las condiciones en las que se colocan este tipo de cámaras, tanto en ciudad como en carretera, poniéndose cada vez más en duda la función recaudatoria de estas cámaras. Eso sí, siendo defendidas todas ellas por parte de las administraciones como un elemento más para "proteger tu seguridad al volante".