HYUNDAI

El taller oficial de Hyundai se queda su coche dos meses y la respuesta es de chiste

El Hyundai i30 afectado
El Hyundai i30 afectado

Dos meses sin coche. Esta es la realidad a la que algunos clientes se enfrentan cuando tienen un golpe con su vehículo. Pero el problema es que te compres un Hyundai y que no sean capaces los propios coreanos de hacerse con una pieza tan básica como algo de la carrocería (lo primero que se rompe cuando tienes un golpe.

El cliente en cuestión lleva dos meses sin coche. Pero lo peor es la respuesta del taller oficial a la que ha tenido acceso este medio. "Buenas Kevin, me dicen desde recambios, que les han dicho que no saben cuando van a tener la pieza del vehículo". Esta es la realidad de Hyundai.

La escasez de repuestos es un problema recurrente en ciertos casos, pero encontrarse en una situación donde la obtención de una pieza tan común como un parachoques lleva más de dos meses parece sacado de una película surrealista, especialmente cuando se trata de un fabricante tan reconocido como Hyundai. Sin embargo, esta es la situación exacta que ha enfrentado un concesionario oficial de la marca, que desde enero no ha logrado obtener un parachoques y la parte frontal completa de un vehículo tras un accidente.

Desde hace más de un mes y tres semanas, específicamente desde el 22 de enero, un propietario de un Hyundai i20 N Line ha estado atrapado en una angustiosa espera después de dejar su automóvil en el concesionario Autofima en Elche debido a un accidente. Hasta la fecha actual, el propietario sigue sin recibir noticias sobre cuándo podrá recuperar su vehículo, ya que se informa que la pieza necesaria para las reparaciones aún no ha llegado.

La situación se ha vuelto aún más desesperante para este individuo, ya que el próximo viernes está programado para comenzar su jornada laboral a 25 kilómetros de su residencia. Con el automóvil en reparación y sin una fecha clara de entrega, se verá obligado a desplazarse en autobús, un trayecto que consume una hora y quince minutos de su valioso tiempo. Además, al finalizar su jornada, tendrá que depender de su padre para recogerlo por las noches.

La impotencia y frustración del propietario son evidentes al expresar su indignación por el servicio recibido hasta el momento. "Me parece una auténtica vergüenza el servicio que me están brindando y, por supuesto, no me ofrecen ninguna solución", lamentó. "Mañana se cumplirá un año desde que adquirí el vehículo y, sinceramente, estoy empezando a arrepentirme de haberlo comprado. Si por un accidente menor estamos en esta situación, no quiero ni imaginar qué hubiera pasado en caso de un accidente más grave".

Este caso resalta las dificultades que enfrentan los propietarios de vehículos involucrados en accidentes al intentar obtener una rápida resolución por parte de los concesionarios y talleres de reparación. La incertidumbre sobre la duración de las reparaciones y la falta de una comunicación efectiva con los clientes agravan aún más la situación, generando estrés y preocupación entre aquellos afectados.