En la escuela de primaria, cuando te equivocabas, seguro que usabas una goma de borrar, tal vez una rosa y azul. Y si tu escuela secundaria era como la de la gran mayoría, todos los tonos del arcoíris podían ser vistos en forma de bandas elásticas de goma. ¿Y qué tiene esto que ver con el mundo de la automoción? Te estarás preguntado. Bueno, es una manera de introducir una pregunta obvia, pero con miga: ¿Por qué los neumáticos son negros?
Cuando miramos a los coches, a las motocicletas, a los camiones y demás vehículos que hay en nuestras carreteras, todos coinciden en algo: su calzado siempre es negro. ¿No podrían los fabricantes añadir algo de color a la escena? Si hay gomas de borrar de todos los colores, ¿por qué no podemos tener neumáticos más... Llamativos? Lo cierto es que Goodyear, una vez, lo intentó. Creó un neumático más colorido para combinar con cualquier ocasión, pero fracasó. Y he aquí por qué.
El caucho que forma la base del compuesto de unos neumáticos comienza su vida con un color blanco lechoso y está hecho de una mezcla de savia de un árbol y caucho sintético. Es interesante imaginarlo, aunque no me gustaría tratar de mantenerlo limpio. Pero la estética no tiene nada que ver con el hecho de que tus neumáticos sean negros al final del proceso de fabricación. El razonamiento es mucho más práctico, y es algo que realmente se podría aplicar al calzado humano.
A fines del siglo XIX, los coches estaban encontrando los límites de agarre proporcionados por sus ruedas de madera con una banda de hierro alrededor del borde. Entonces, en 1895, nació el neumático de goma con el fin de ayudar a establecer los cuatro caballos de fuerza que la mayoría de modelos producían en esa época. Desafortunadamente, los neumáticos blancos se ablandaban y se volvían pegajosos cuando hacía calor, y rígidos cuando hacía frío. Algo era necesario de cambiar.
Los por entonces recién estrenados fabricantes de neumáticos experimentaron con varias técnicas hasta que Sidney Charles Mote y un equipo de experimentadores y científicos del Reino Unido descubrieron el efecto de refuerzo que una sustancia llamada negro de carbón agrega al caucho en 1904. Aprendieron esto tomando hollín, que contiene negro de carbón, de diferentes procesos industriales y lo unían con la mezcla de caucho, volviéndolo negro a la vez que más resistente.
El negro de carbón es un pigmento derivado de la combustión incompleta de petróleo crudo o gas natural en un ambiente con poco oxígeno. Este proceso genera hollín fino, el cual se guarda en silos en las plantas de neumáticos. El hollín regular ya no es necesario, y el negro de carbón se añade directamente al proceso de fabricación. Y, más de un siglo después, es tan importante como siempre.
En primer lugar, aplicar negro de carbón a la mezcla de caucho ayuda a estabilizar más de 20 compuestos químicos en la goma del propio neumático. Estos productos químicos ayudan a garantizar que los neumáticos se mantengan flexibles y brinden resistencia bajo carga. Pero los beneficios que puedes notar a diario son un mejor rendimiento y una mayor longevidad, puesto que es un elemento que ayuda a disipar el calor de la zona central y el cinturón de la goma, reduciendo el daño térmico.
¿Alguna vez te has encontrado una banda elástica en el suelo durante el verano? Porque el más mínimo estiramiento haría que quebrase. Y es que el negro de carbón también protege a los neumáticos de los dañinos rayos ultravioleta (UV) que hacen que la goma se convierta en algo quebradizo y se desintegre. No queremos que nuestros neumáticos sean demasiado duros, ya que disminuye el rendimiento, pero del mismo modo, tampoco queremos que se calienten demasiado y se gasten.
Cuando un neumático se calienta mucho, el rendimiento cae, y lo que es más importante, su vida útil se reduce enormemente. No es necesario que te dediques a quemar rueda en una pista de carreras para calentar los neumáticos alrededor de la banda de rodadura y las áreas de la banda, ya que conducir en carretera en un día caluroso es más que suficiente. El negro de carbón funciona para dispersar y no atrapar el calor generado durante la conducción, por lo que es una razón de gran peso.
Sin él, el desgaste del neumático garantizaría que tendrías que reemplazar el calzado de tu coche a un ritmo económicamente alarmante. Así que, en resumen, podemos decirte que el negro de carbón hace que los neumáticos funcionen mejor durante más tiempo y, como subproducto, los vuelve negros. Y, sinceramente, ¿los querrías en otro color?
