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Un estudio revela que los coches eléctricos tienen 21.000 euros menos en piezas que los mecánicos: "Un desastre para la posventa"

Coche eléctrico
Coche eléctrico

En un contexto de constante cambio y adaptación en el mundo de la automoción, el impacto del coche eléctrico en el sector de la posventa se ha convertido en una preocupación recurrente. La empresa de soluciones tecnológicas para el sector de la automoción, SOLERA, ha presentado un estudio revelador titulado "Reciclando la Posventa", en el que se destacan datos sorprendentes sobre el futuro de los talleres y la industria de repuestos.

El informe desvela que los vehículos eléctricos (VE) dejan de equipar componentes mecánicos por un valor estimado de 21.000 euros. Esta eliminación masiva de piezas incluye elementos como el alternador, el motor de arranque, las bujías y el turbo, entre otros, representando un desafío significativo para la industria de la posventa. Concretamente, el estudio detalla que se perderían componentes valorados en 20.227 euros, como el alternador (75 euros), la bomba de inyección (1.606 euros), el turbo (1.785 euros) y el catalizador (1.778 euros), por mencionar solo algunos.

Además, el análisis de SOLERA señala que la factura media de reparación de un coche eléctrico es un 28% menor que la de un coche de combustión, con un costo promedio de 368 euros frente a los 513 euros de un vehículo diésel o gasolina. Este ahorro en reparaciones, aunque beneficioso para los propietarios de VE, representa un reto para los talleres, que deberán adaptarse a un menor volumen de ingresos.

Martín Tejero, Key Account Manager de SOLERA, y José Luis Gata, Business Development Manager de la compañía, explicaron los resultados de la investigación. Según Gata, "la electrificación es un pequeño desastre para la posventa", ya que aunque las baterías de los VE añaden valor, no generan ingresos anuales debido a su longevidad. La única ventaja inmediata para la posventa son los neumáticos, que se desgastan más rápidamente en los VE. Sin embargo, Gata prevé que el sector deberá reciclarse y adaptarse a estos cambios inminentes.

En cuanto al impacto en los talleres, Gata sugirió que estos tendrán que consolidarse para sobrevivir. Comparando con el Reino Unido, donde operan 20.000 talleres en total, de los cuales 4.000 son de carrocería, Gata señaló que en España hay 11.000 talleres de chapa y pintura, muchos de ellos pequeños y con pocos empleados. Este modelo no es eficiente y, eventualmente, los talleres deberán concentrarse para ser viables.

Una conclusión notable del estudio es que solo el 3,2% de los hogares españoles tienen un vehículo ecológico, debido al alto costo de estos coches. Martín Tejero destacó que casi el 40% de los propietarios de vehículos eléctricos tienen ingresos superiores a los 3.000 euros mensuales, lo que subraya la falta de accesibilidad para la mayoría de la población.

José Luis Gata sugirió la implementación de un "Plan Prever" para acelerar la transición hacia vehículos más sostenibles, proponiendo subvenciones para quienes cambien coches antiguos por modelos más ecológicos. Concluyó pronosticando que el parque automovilístico se reducirá a 20 millones de vehículos en el futuro, debido a una disminución en el número de licencias y un cambio en la conciencia de los jóvenes respecto a la propiedad de coches.

En resumen, el estudio de SOLERA ofrece una visión integral de los retos y oportunidades que presenta la transición hacia los vehículos eléctricos para la industria de la posventa y los talleres. La adaptación y la innovación serán clave para enfrentar los cambios que se avecinan en el sector.