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Los 'Cazadores de Mitos' demuestran que cambiar de carril en los atascos no es mucho más rápido y es más peligroso

Incluye video del experimento
Atascos
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¿Alguna vez te has encontrado atrapado en un atasco de tráfico? Seguro que sí. La frustración de estar parado mientras los demás avanzan puede llevarte a pensar en cambiar de carril para intentar llegar más rápido a tu destino. Sin embargo, aquí viene la sorpresa: cambiar constantemente de carril no solo es ineficiente, sino que también puede ser peligroso. Una prueba realizada por los "Cazadores de Mitos" lo confirman.

Las retenciones de tráfico pueden deberse a diversas razones, como obras en la carretera, accidentes, mal tiempo o simplemente un misterioso embotellamiento sin explicación aparente. Sea cual sea la causa, muchos conductores caen en la trampa de cambiar de carril constantemente en un intento desesperado por salir antes del ataque. Pero ¿realmente funciona?

Para comprenderlo mejor, imaginemos dos tipos de conductores en un atasco. El primero, paciente y tranquilo, sigue el flujo del tráfico, mantiene una distancia de seguridad adecuada y permanece en su carril hasta que el tráfico se despeje o llega su salida. El segundo conductor, más impaciente, cambia de un carril a otro con la creencia de que esto le ahorrará tiempo.

Aquí radica la cuestión: ¿quién llegará antes a su destino, el conductor paciente o el que cambia constantemente de carril? Los "Cazadores de Mitos" se propusieron responder a esta pregunta mediante una prueba realizada en una carretera de San Francisco.

Como se puede ver en la secuencia de la prueba, el conductor que permaneció en un solo carril no solo viajó más tranquilo y seguro, sino que también llegó solo un poco más tarde que su contrincante. La diferencia en tiempo era mínima y no justificaba el estrés ni el riesgo de cambiar constantemente de carril.

¿Por qué sucede esto? La respuesta está en la física del tráfico. Cuando cambias de carril constantemente, creas una serie de frenazos y aceleraciones bruscas, lo que no solo aumenta el consumo de combustible, sino que también puede contribuir a la congestión del tráfico. Además, al cambiar de carril, a menudo te encuentras en la posición incorrecta cuando el tráfico finalmente se despeja, lo que resulta en retrasos adicionales.

En resumen, la próxima vez que te enfrentes a un atasco de tráfico, recuerda esta lección: la paciencia y la permanencia en un solo carril son clave. Cambiar constantemente de carril no solo es ineficiente, sino que también puede aumentar el riesgo de accidentes y empeorar la congestión del tráfico. Así que relájate, mantén la calma y llega a tu destino de manera segura y sin estrés.