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Lo que necesitas saber de la “rueda de galleta”

Aunque parezca una versión miniaturizada del neumático estándar, no tiene nada en comúm

Cambiar una rueda pinchada es algo que la mayoría de nosotros hemos hecho al menos una vez y, por lo general, no implica más que poner la rueda de repuesto y seguir nuestro viaje. Desafortunadamente, los coches modernos vienen con un kit antipinchazos que para poco sirven, y en el mejor de los casos tendrás una rueda de emergencia, comúnmente conocida como “rueda de galleta”.

Estas no se parecen en nada a las ruedas normales del coche más allá de su forma circular, por lo que tendrás que prestar especial atención cuando conduzcas con ellas puestas. A esta rueda delgada y de aspecto un tanto divertido que muchos coches modernos llevan como llanta de repuesto también se la llama rueda de repuesto temporal, pero eso no cambia que son una solución de emergencia y no una rueda de repuesto al uso.

Su tamaño y forma les ayudan a ahorrar espacio en el coche, y además son más ligeros que una rueda de repuesto de tamaño. Esta comodidad, por supuesto, conlleva compromisos. El compromiso más importante y peligroso tiene que ver con la conducción y la seguridad de tu coche. Al ser tan estrecho, no ayuda demasiado en la dirección y la frenada. Esto afecta al manejo y podría provocar situaciones potencialmente peligrosas, especialmente al frenar, al acelerar o al girar con ímpetu.

Es por eso que todos recomiendan conducir lenta y suavemente cuando se usa una rueda de galleta, y por lento nos referimos a no más de 80 km/h. Si bien lo más seguro puede ser que conduzcas por la autovía, es más seguro mantenerse alejado de ellas, ya que ahí la gente no circulará a más de 90 km/h. Además, debes tener en mente que los sistemas electrónicos como el control de estabilidad (ESP) y el antibloqueo de frenos (ABS) no funcionarán como lo haría con una rueda estándar.

Por lo tanto, se entiende que debes conducir lo menos posible mientras tengas este tipo de neumático como punto de apoyo en tu coche, y cada uno tiene una comprensión diferente de lo que eso significa. Tal vez estés en medio de la nada y el siguiente taller esté a 160 km de distancia. Pero ésta es una de esas situaciones extremas que no se pueden tomar como referencia. Como regla general, no se deben superar los 100-150 km con este tipo de ruedas, aunque se recomienda no exceder los 80 km.

Esto se debe a que un neumático de emergencia no está fabricado como los neumáticos normales. Son menos duraderos y no pueden soportar las distintas cargas como lo haría un neumático normal. La goma que los compone es de una calidad inferior y mucho más fina que la de un neumático al uso. Esto también significa que tendrás que tirarlos cuando se pinchen, ya que no se pueden reparar. Se les llama temporales por una razón. Sin embargo, ser tan frágiles no significa que haya que cambiarlos con más frecuencia.

La mayoría de los conductores ni siquiera los usarán durante la vida útil de sus coches, pero el caucho se deteriorará con el tiempo, e incluso cuando no se use, llegará un momento en el que habrá que reemplazarla. Esto es válido sin importar si tienes una rueda normal o una de galleta. Los expertos recomiendan cambiar la rueda de galleta cada 10 años. Después de eso, aunque el neumático aun conserve buen aspecto, su integridad estructural podría verse comprometida y durarte menos de lo que tardas en ponerlo.