Asistencia en carretera

Si te quedas tirado en la carretera este verano posiblemente no vaya ninguna grúa a recoger tu coche

Las condiciones que ofrecen las aseguradoras son ridículas y las empresas se han plantado
Asistencia en carretera
Asistencia en carretera

Con las operaciones salida en pleno apogeo y la Dirección General de Tráfico (DGT) previendo unos 95 millones de desplazamientos por carretera, no es de extrañar que nuestras vías se conviertan en un hervidero de tráfico y atascos.

Con tanto movimiento en las carreteras, es comprensible que los accidentes y las averías de coches sean más comunes durante esta temporada estival. Ante estas situaciones, lo primero que se nos viene a la mente es llamar a emergencias si es necesario y, en muchos casos, pedir una grúa para evitar entorpecer el tráfico, prevenir otros accidentes o simplemente no quedarnos tirados bajo el sol ardiente.

Sin embargo, la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera ha alertado en la Cadena SER sobre posibles demoras y desatenciones en el servicio de grúas durante este verano. En los últimos fines de semana, se han registrado problemas en hasta un 6% de los servicios, y según Xavier Martí, portavoz de la Alianza, el panorama no mejorará a lo largo de la temporada. Advierte que aproximadamente el 40% de los servicios solicitados podrían experimentar demoras de 2 a 3 horas como mínimo. Además, en ciertos momentos del día o de la semana, la situación podría complicarse aún más, ya que algunas empresas se están planteando no ofrecer servicio en horarios nocturnos o durante los fines de semana.

¿A qué se debe esta complicación en el servicio? Los trabajadores de las grúas se encuentran en una situación precaria, teniendo que estar disponibles las 24 horas del día y los 365 días del año. Estas son algunas de sus quejas:

Las tarifas que manejan con las aseguradoras dejan beneficios prácticamente ridículos, oscilando entre los 28€ y los 42€, lo que resulta incompatible con la rentabilidad del sector. Aunque recientemente ha habido un aumento de entre un 5% y un 10% en las tarifas, estas siguen estando un 40% por debajo de lo necesario para no incurrir en pérdidas. Esto lleva a que un 63% de los trabajadores se sientan insatisfechos, ya que no logran recuperar los costes de sus servicios.

Además, existe una escasez de conductores de grúas, a pesar de que hay vacantes disponibles. Se estima que hacen falta unos 8.000 conductores más en España, lo que significa una mayor carga de trabajo para los que siguen en servicio. El sector de las grúas se está envejeciendo, con cada vez menos jóvenes interesados en obtener los permisos necesarios para llevar una grúa.

Detrás de estas cifras, hay historias de precariedad que nos tocan el corazón. Uno de esos ejemplos es Juan Carlos Marín, un conductor veterano de grúas que dedicó toda su vida a remolcar coches averiados y accidentados. Tras años de duro trabajo, tuvo que cerrar su empresa debido a las condiciones precarias y a los beneficios mínimos que ofrece este sector.

Juan Carlos lamenta en los micrófonos de la SER que las tarifas sean tan bajas, y a veces ni siquiera le alcance para mantener las grúas en buen estado. A pesar del enorme esfuerzo que implica su trabajo, siente que la profesión no es valorada en su justa medida. Los conductores de grúas no solo remolcan coches, sino que también hacen de psicólogos y hasta de taxistas, brindando un servicio integral que muchas veces no se valora ni se retribuye adecuadamente.

Ante esta situación, los profesionales del sector piden mejores condiciones laborales, un aumento en las tarifas que refleje su esfuerzo y compromiso, y un mayor reconocimiento por parte de las compañías hacia su valiosa labor.

Así que, si este verano te ves en la necesidad de solicitar una grúa, ten en cuenta las dificultades que enfrentan estos trabajadores y trata de ser comprensivo.