Consejos

¿Cómo afecta a la conducción el peso de las ruedas elegidas?

Y no solo por la masa, si no también por el diámetro

La mayoría de los propietarios de coches que buscan aumentar la rapidez de su máquina piensan inmediatamente en hacerle una reprogramación de la centralita electrónica para aumentar sus valores de potencia y par motor, instalarle un turbocompresor más grande o un radiador y un intercooler significativamente más grandes. 

Solo una minoría se acuerda de las ruedas, ese interesante elemento que mantiene unido el coche al firme, y el único componente en el que realmente no deberíamos ni de escatimar ni maltratar. Elegir un juego de llantas ligeras con sus correspondientes neumáticos suele cambiar y bastante el comportamiento del coche en muchos casos. Y no hablamos de hacer eso por mera estética comprando un juego más pintón, sino de un componente de calidad que nos brindará mejores resultados.

Ignorando a aquellas personas que solo eligen tanto llantas como neumáticos porque son molonas, es importante saber interpretar la retahíla de letras y números que figuran en el flanco del neumático. A modo de ejemplo, en un neumático con la información 215/50 R19, el primer número –215– significa el ancho de la llanta o la banda de rodadura en milímetros; el segundo –50– es la altura de la pared lateral, también en milímetros; y el tercero y último el diámetro de la rueda en pulgadas (1 pulgada = 25,4 milímetros).

También es importante la capacidad de tracción o de agarre de la goma. Aparece en escena un valor conocido como coeficiente de fricción estática, que indica el nivel de desgaste de un neumático. Este valor parte de un índice mínimo de 100. Los neumáticos habituales de carretera tienen un índice de entre 400 y 500, lo que significa que pierden muy poco caucho según avanzan por el asfalto y duran más, a costa de que su agarre es menor. En circuito es aconsejable utilizar neumáticos con índice 200 o menos.

No nos olvidemos del ancho o sección del neumático. Un neumático más ancho ofrecerá mejor agarre que uno estrecho en condiciones normales en suelo seco, aunque en suelo mojado se vuelve en su contra, pues a mayor superficie de contacto más fácil es la aparición del temido aquaplanning. Por fortuna los fabricantes han minimizado este aspecto en los últimos años.

Otro aspecto a tener en cuenta es el perfil del neumático, sobre todo si decidimos cambiar las llantas por otras de mayor diámetro. Al no poder modificar el diámetro total de la rueda, ello implica sustituir los neumáticos por otros de menor perfil, lo que mejora en suelo seco las reacciones del coche, obedeciendo de forma más rápida y directa a las órdenes del volante pero... reduciendo bastante el grado de confort en el habitáculo. Sin embargo un mayor perfil redunda en un mejor comportamiento en suelo mojado.

Para entender la importancia del peso de una rueda completa en la conducción tenemos que tener en cuenta una serie de conceptos técnicos. El peso de un automóvil se podría definir como la suma del peso de sus partes. El peso total afectará a la capacidad del vehículo para acelerar, frenar y girar. Si podemos reducir este peso total el rendimiento general y el manejo será mejor, pues moveremos y controlaremos menos masa, con el consiguiente ahorro de energía.

El peso suspendido lo conforman las partes del coche soportadas por la suspensión, como el motor, el sistema de escape, la carrocería y el interior del vehículo. El peso no suspendido es el peso total de las piezas que no están soportadas por la suspensión, como los muelles, amortiguadores, brazos de suspensión, sistema de frenado y, por supuesto, las ruedas.

El último concepto importante a tener en cuenta es el peso/masa rotacional, conformado por las partes giratorias del vehículo, como los ejes de transmisión y las ruedas. La cantidad de peso en rotación afectará de forma notable en el rendimiento. Cuanto mayor sea este peso/masa, más energía se necesitará para acelerar y frenar el coche, y cuanto mayor diámetro tenga la rueda más lejos del eje de rotación se encontrará este peso/masa, que se traduce en un peor comportamiento dinámico. De hecho, este peso rotacional llega a equivaler hasta cuatro veces el peso de la rueda.

En diferentes pruebas realizadas en circuito con ruedas de diferentes pesos, se demostró con cronómetro en mano que las ruedas más pesadas incrementaban el tiempo de vuelta, así como los valores de aceleración y velocidad máxima. Estamos hablando de valores de algunas décimas de segundo en pruebas de aceleración de 0 a 100 km/h, al igual que en circuito, reduciendo hasta medio segundo en valores promedio de 56-58 segundos por vuelta. Son diferencias que pueden suponer ganar o perder la carrera.

En conducción normal por carretera tal vez no notemos mucho las ventajas, pero pueden suponer algún eurito menos a la hora de llenar el depósito en la gasolinera, o tener un comportamiento más ágil por carreteras de montaña. Recuerda, unas ruedas con llantas y neumáticos superchulis no tienen que ser más pesados para ser efectivos. Cuanto más ligeros, mejor. Poner unas llantas de 21 pulgadas calzadas con neumáticos de 265 mm de sección a un Dacia Sandero, no es buena idea para mejorar su comportamiento.