La transición hacia un parque automovilístico más sostenible se enfrenta a un obstáculo de peso: la capacidad adquisitiva de los consumidores. A pesar de las iniciativas gubernamentales para fomentar la compra de vehículos eléctricos, la realidad es que la mayoría de los españoles siguen optando por coches de gasolina o diésel de segunda mano.
Según los últimos datos, la edad media del parque automovilístico español supera los 14 años, lo que demuestra que la renovación del parque vehicular es un proceso lento. Esta situación se agrava con la implementación de las zonas de bajas emisiones en las grandes ciudades, que restringe la circulación de vehículos más antiguos y contaminantes.
¿Nuevo o de segunda mano?
Ante este escenario, surge la pregunta: ¿es mejor comprar un coche nuevo o de segunda mano? Pedro Bastida, experto en automoción y dueño de una estación ITV, tiene una opinión clara al respecto: "No me compraría un coche de primera mano".
El principal argumento de Bastida es la rápida depreciación de los vehículos nuevos. "Cuando sacas un coche del concesionario, ya ha perdido una parte importante de su valor", afirma. Además, considera que la posibilidad de cambiar de coche con frecuencia y acceder a las últimas novedades del mercado es una ventaja que ofrecen los coches de segunda mano bien mantenidos.
"Un coche con menos de 150.000 kilómetros, bien cuidado y con un buen historial de mantenimiento, está prácticamente nuevo y aún tiene mucho rodaje por delante", asegura Bastida.
Los pros y los contras de cada opción
Sin embargo, el experto reconoce que la decisión de comprar un coche nuevo o de segunda mano depende de las circunstancias personales de cada uno. Comprar un coche nuevo ofrece la tranquilidad de tener un vehículo a estrenar, con garantía y con las últimas tecnologías. Por otro lado, los coches de segunda mano son más económicos y permiten acceder a modelos más equipados por un precio más bajo.
La importancia del mantenimiento
Para que la compra de un coche de segunda mano sea una buena inversión, es fundamental realizar un mantenimiento adecuado. "Un coche bien cuidado puede durar muchos años y ofrecer un rendimiento óptimo", afirma Bastida.
El papel de las administraciones públicas
La transición hacia un parque automovilístico más sostenible requiere de políticas públicas que incentiven la renovación del parque vehicular y faciliten el acceso a vehículos eléctricos y de bajas emisiones. Además, es necesario mejorar la infraestructura de recarga y ofrecer mayores facilidades para la financiación de estos vehículos.
