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"No los recomiendo": un mecánico revela los 8 coches que nunca compraría

Nissan

Elegir un coche nuevo es uno de esos momentos que despierta ilusión y emoción, pero también puede generar algunas preocupaciones. Después de todo, el vehículo que elegimos será un compañero de viaje durante años, y lo último que queremos es que se convierta en una fuente constante de problemas y gastos imprevistos. Por eso, es fundamental tener en cuenta no solo el precio inicial, sino también los costos de mantenimiento y reparaciones a largo plazo.

Chris Pyle, un mecánico experimentado y colaborador en la plataforma JustAnswer, ha elaborado una lista de nueve coches que, según él, no deberíamos comprar bajo ningún concepto. ¿Las razones? Desde costosas reparaciones hasta problemas crónicos de confiabilidad. A continuación, te mostramos su análisis.

Tesla: tecnología vanguardista, pero costosa

No cabe duda de que Tesla se ha posicionado como una marca pionera en la industria del automóvil eléctrico, pero según Pyle, mantener uno de estos coches podría vaciar tu bolsillo. Los altos costes de reparación, especialmente de baterías y motores, son su principal 'talón de Aquiles'. Si alguna de estas piezas falla, el coste de su reparación puede superar los 5.000 euros, lo que convierte a Tesla en una opción arriesgada para quienes buscan un coche a largo plazo sin quebraderos de cabeza.

Rivian: lujo eléctrico con un precio muy alto

Rivian es otra marca que se ha hecho un hueco en el mercado de los eléctricos, prometiendo una experiencia premium. Sin embargo, los elevados costes de reparación también hacen que Pyle desaconseje su compra. El mecánico pone como ejemplo una reparación que debería haber sido sencilla, pero cuyo precio ascendió a 42.000 euros, una importación desorbitada. Además, el seguro de estos vehículos es considerablemente caro, lo que añade aún más carga a la factura final.

Camionetas: un valor en rápida depreciación

Si bien las camionetas de marcas como Ford, Dodge, Chevy, Nissan y Toyota son populares, Pyle advierte sobre su rápida depreciación. En los primeros cinco años, estos vehículos pierden entre un 35% y un 55% de su valor, lo que puede suponer una gran pérdida para el comprador. Su consejo es claro: en lugar de adquirir una camioneta nueva, es preferible optar por una usada, donde el primer dueño ya haya asumido el golpe de la depreciación.

Jeep Renegade y Fiat 500: más en el taller que en la carretera

Estos dos modelos comparten la misma tecnología y, según Pyle, una característica común: pasan más tiempo en el taller que circulando por la carretera. Aunque las reparaciones no suelen ser excesivamente caras, la frecuencia de las averías los convierte en opciones poco recomendables para quienes desean un coche confiable a largo plazo.

Ford Fiesta: problemas en la transmisión PowerShift

El Ford Fiesta, uno de los coches más vendidos a nivel mundial, presenta una transmisión PowerShift que, según Pyle, es una fuente continua de problemas. Muchos propietarios han reportado fallos recurrentes en esta pieza, lo que resulta en costosas reparaciones que no siempre resuelven el problema de forma definitiva.

Nissan y las transmisiones CVT: una apuesta arriesgada

En los modelos Nissan con transmisiones CVT, fabricados entre 2013 y 2018, Pyle ha identificado graves problemas de aceleración y cambios de marcha irregulares. Estos fallos no solo afectan la conducción, sino que también pueden poner en riesgo la seguridad del conductor y los pasajeros.

Jeep Grand Cherokee: fiabilidad bajo sospecha

El Jeep Grand Cherokee es otro de los vehículos que, a pesar de su popularidad, presenta importantes problemas de confiabilidad. Pyle advierte que los fallos prematuros y las costosas reparaciones son la norma, y ​​recomienda evitar su compra a menos que el comprador esté dispuesto a pagar una garantía extendida.

En definitiva, la elección de un coche no debe basarse únicamente en su estética o su fama, sino que también hay que tener en cuenta los costes ocultos de mantenimiento y reparaciones. Un coche que parece una buena inversión hoy podría convertirse en una carga financiera mañana.