LAND ROVER

Un cantante famoso saca su Land Rover del taller oficial y casi se estrella por otra avería: “Lo quiero desguazar”

David Otero y su Range Rover
David Otero y su Range Rover

El hartazgo es algo que vuela en torno a todos los propietarios de un Jaguar o un Land Rover. Por norma general, el taller oficial o el concesionario suelen dar la callada por respuesta ante los miles de quebraderos de cabeza que sufren sus clientes, pero hay veces que quienes tienen malas experiencias con sus coches son personalidades con algo más de fama de la que le gustaría.

Hablamos en este caso de David Otero, conocido cantante y músico (parte fundamental durante muchos años de El Canto del Loco), quien decidió en su momento comprarse un Land Rover y desde entonces las averías y los amagos de accidente han estado más presentes de lo que debería.

Quizás de la historia de David Otero lo peor no es solo que se haya comprado un coche de aparente “lujo” para que luego pase más de una y de dos veces por el taller oficial, sino el hecho de que el fabricante, Jaguar Land Rover, no se haya hecho cargo de nada aferrándose a unas cuestiones que dejamos que juzgue el lector.

“Lo quiero vender o desguazar”. Así de contundente se ha mostrado el conocido cantante. No es la primera vez que tiene un amago de accidente. De hecho, ya se hizo viral un momento en el que el Range Rover de David Otero, lleno de humo, dio serios problemas mecánicos al músico.

Tras este mediático incidente, David Otero decidió llevar el coche al taller oficial para que le reparasen la avería. Pero una vez fuera el coche, con el problema supuestamente arreglado, casi tiene un accidente (otra vez) en un carril de aceleración.

Mientras David Otero se propuso incorporarse a una autovía, el coche se quedó sin potencia al mismo tiempo que un camión pasaba a su lado. Todo un susto que ha acabado por llevar el coche al taller. ¿Qué ha hecho David Otero? Quejarse a Land Rover, pedir que se hagan cargo del problema que afecta a su coche con la consiguiente respuesta del taller oficial: como no ha cumplido con ellos a rajatabla y de forma estricta los mantenimientos (se pasó unos kilómetros de la revisión estipulada por la marca), no quieren ni tocar el vehículo.

“Ya no me siento seguro en este coche”, detalla Otero. Lo curioso de todo este asunto es que ya hay alguna sentencia en firme que condena a Land Rover a reparar uno de sus coches (concretamente el motor Ingenium) fuera de garantía porque entienden que este motor daba problemas de fábrica.

Sin embargo, llama la atención que Land Rover no quiera hacerse cargo de aquellos que se han saltado los estrictos plazos de revisiones, como es el caso de David Otero, pese a que muchos de los trabajadores son conscientes de que el problema lo hubiera dado previsiblemente (y presuntamente) igual, tal y como hemos comprobado con los relatos de otros clientes.

Ahora David Otero se ha visto obligado a coger el coche de su padre, que sí que parece que no le dará problemas dado que es un Toyota.